La crisis repentina originada a consecuencia de la emergencia sanitaria del Covid-19 ha provocado que muchas empresas han dejado de lado sus estrategias a largo plazo, centrando todos sus esfuerzos en mantenerse a flote.

Ha sido un año que ha tocado renovarse e improvisar, pero es importante seguir confiando en la estrategia a medio y largo plazo, para seguir prosperando. Para ayudarnos en este aspecto en el día de hoy hablaremos de una de las herramientas fundamentales para llevar a cabo nuestra estrategia, el Cuadro de Mando Integral.

El Cuadro de Mando integral (CMI) es una herramienta de gestión que traduce la complejidad de la estrategia en objetivos relacionados entre ellos, medidos por indicadores y sujetos a unos planes de acción que nos permitirán alinear el comportamiento de todos los integrantes de la organización con la línea estratégica de la compañía.

Tiempo atrás, el desarrollo de la estrategia de las empresas se llevaba a cabo desde una visión únicamente económica-financiera, que se basaban principalmente en el Control de Gestión de los Presupuestos Anuales y en la Contabilidad de Gestión. Pero hoy en día necesitamos más si queremos mejorar y crecer, por ello el Cuadro de Mando Integral nos proporciona 4 perspectivas a través de las cuales poder abarcar todas las áreas de la compañía.

Las 4 perspectivas en las que se basa esta estrategia son las siguientes:

  • Perspectiva financiera: El objetivo financiero tiene la labor de obtener a largo plazo ganancias superiores al capital que se ha invertido.

    El Cuadro de Mando Integral hace que los objetivos financieros fijados sean explícitos y que se adapten a la medida de las unidades de negocio en las distintas fases del ciclo de vida.

  • Perspectiva de clientes: Centrado en la orientación al cliente, fundamentalmente en desafíos para añadir valor a segmentos específicos de mercados.

    Sus principales objetivos son la satisfacción del cliente, la fidelización, el incremento de clientes, la rentabilidad de los mismos y la cuota de mercado.

  • Perspectiva de procesos: Desde este punto de vista nos cuestionamos cuáles son los procesos de valor que debemos dominar para cubrir las necesidades de nuestros clientes y así conseguir que se sientan satisfechos con nosotros.

    Algunos de los ejemplos de los procesos que quizás debemos de mejorar serían la disminución de nuestros tiempos de desarrollo, la simplificación de los procesos comerciales, la reducción de plazos de entrega, etc.

  • Perspectiva de aprendizaje y crecimiento: Los promotores del crecimiento y aprendizaje proceden principalmente de tres fuentes, que son: los empleados de la empresa, los sistemas y la equiparación de la organización.

Estas estrategias para una actuación superior exigen, por lo común, inversiones importantes en tres fuentes. Por ello, las medidas y objetivos de estos inductores deben ser una parte integral del Cuadro de Mando Integral de cualquier empresa u organización.

Existen tres categorías principales:

  1. Los sistemas de información y su capacidad, que dependen de la infraestructura tecnológica.
  2. Las distintas capacidades de los trabajadores, que provienen de sus habilidades y competencias.
  3. Motivar y delegar, lo cual mejora el clima laboral.

Cuando ya hemos definido nuestros Objetivos Estratégicos en cada perspectiva, tenemos que diseñar los diferentes planes de acción, los cuales conseguirán llevarnos desde la situación actual a la planificada de nuestra Visión.

En este punto nos será de utilidad emplear el Mapa Estratégico, que será el elemento principal de nuestro CMI, puesto que nos permite representar la estrategia de forma gráfica y mucho más clara y concisa. Al tenerlo plasmado en papel, nos resulta más fácil verificar que nuestra estrategia tiene coherencia y es viable.

Si queremos que nuestra empresa consiga resultados exitosos tras realizar el Cuadro de Mando Integral es importante cumplir los planes de acción acordados y evaluar continuamente el modelo de nuestra organización. Por ello, para facilitar la medición de estos, vamos a establecer indicadores para cada uno de los objetivos a conseguir.

Comprendemos la complejidad de implementar estrategias de tal envergadura, por ello, desde Sigma queremos poneros a vuestra disposición a nuestro equipo. No dudes en contactar con nosotros para recibir más información y acompañarte en el camino.