La consultoría financiera y económica juega un papel muy valioso dentro de tu empresa, ya que es una forma de delegar las tareas más burocráticas y latosas y poder centrarte así en el grueso de tu negocio.

La elección de tu consultoría de confianza es de vital importancia para una buena gestión y administración de tu negocio. Para poder escoger qué consultoría cubre mejor nuestras necesidades, es importante contemplar y comparar las diferentes opciones que tenemos, teniendo en cuenta una serie de criterios que nos ayudarán a elegir aquella que mejor se adapte a nuestro negocio.

¿Qué aspectos debo tener en cuenta?

  • Tipo de consultor/a. Cuando acudimos a una consultoría lo primero a tener en cuenta, antes que nada, es qué tipo de consultor buscamos. Para ello, debemos tener claro qué necesitamos exactamente para nuestro negocio (pues no todas las empresas persiguen los mismos objetivos) y así poder comprobar si ese consultor cumple los requisitos necesarios para poder ayudarnos de la mejor forma posible.
  • Formación y experiencia. Aunque todas las consultorías estén capacitadas para ofrecerte un buen servicio profesional (o deberían estarlo), es importante comprobar que, además, tengan amplia experiencia en el sector específico que te interesa, pues el hecho de que ya hayan trabajado con personas con tus mismas necesidades es un valor añadido que te generará una mayor confianza en su profesionalidad.
  • Relación calidad-precio. Este punto es muy importante, pues no siempre lo más caro es lo mejor y lo más económico lo peor. Debes comprobar bien qué incluyen exactamente los servicios de cada consultoría para así encontrar la mejor opción calidad-precio. Es cierto que a veces tenemos un presupuesto limitado, pero quizá en ocasiones compense gastar un poco más si con ello vamos a obtener un servicio más completo.
  • Tamaño y número de servicios. El grado de especialización y el número de servicios de una consultoría es un dato importante a tener en cuenta a la hora de elegir la más adecuada. Si bien un consultor se encarga más de la parte fiscal y mercantil de la empresa, es el gestor el que lleva temas como la contabilidad o los impuestos. Lo ideal sería acudir a una consultoría que pueda ayudarte a hacer frente a las diferentes ramas con las que debe lidiar tu empresa (financiera, legal, estratégica…), ofreciéndote así una atención total en diferentes disciplinas y no exclusiva en un servicio determinado.
  • Opiniones externas. Conocer las valoraciones y experiencias de otros clientes y empresas te puede ayudar a saber un poco más acerca del trabajo que realiza cada consultoría y a decantarte finalmente por una concreta.

Todos estos aspectos y criterios te pueden servir para hacerte una idea del perfil determinado de cada consultoría y así poder realizar una comparativa más acertada. En el supuesto de que ya dispongas de una consultoría pero no estés contento con ella, hay una serie de puntos importantes a tener en cuenta para poder realizar el cambio a otra consultoría de manera cómoda y sencilla.

¿Qué debo hacer si quiero cambiar de consultoría?

Para empezar, puedes cambiar de consultoría en cualquier momento, siempre que lo necesites. Si bien es cierto que una buena opción es hacerlo en enero, ya que muchas empresas tienen su cierre fiscal a final de año, y de esta manera la nueva consultoría podrá encargarse del nuevo ejercicio desde cero con toda la documentación en orden y la contabilidad cerrada. En el caso de que quieras cambiar de consultoría en mitad del ejercicio, se recomienda que sea al principio de un trimestre, para así facilitar y agilizar los trámites a la nueva consultoría, pudiendo esta ponerse al día cuanto antes. De todos modos, esto no son más que recomendaciones, ya que puedes cambiar de consultoría cuando más te convenga mientras te organices con tiempo y lleves los seguros sociales al día.

En general, cambiar de consultoría es un proceso bastante sencillo que no debería tener mayores complicaciones. Es importante que comuniques a tu consultoría actual tu intención de cambiarte cuanto antes y así poder empezar los trámites lo más rápido posible. Además, la nueva consultoría podrá ayudarte en este proceso de transición, encargándose de recopilar toda la información necesaria acerca de tu negocio para así agilizar este proceso al máximo.