¿Qué es y a quién va dirigido el IRPF? El Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, llamado comúnmente IRPF, es uno de los elementos clave de financiación del sistema tributario español. En pocas palabras, se trata de lo que nos cobra el Estado por trabajar en España, ya sea como empleado o como autónomo. Este impuesto va dirigido hacia todas aquellas personas que hayan vivido en territorio nacional más de 183 días durante un año natural o, aunque no hayan residido en el país, tengan en él el centro de sus actividades económicas o vitales, como puede ser el trabajo o la familia.

¿Para qué sirve y cómo se calcula?

La función principal del IRPF es contribuir a una economía más justa y eficiente, financiando gastos públicos como la Seguridad Social, las prestaciones por desempleo o las pensiones, entre otros.

Este impuesto se aplica a la renta del ejercicio, que no es más que la suma de dinero que gana una persona durante un año natural. Dentro de este cómputo entrarían los rendimientos de trabajo (el salario, las pensiones…), los rendimientos del capital (como pueden ser los ahorros o el dinero obtenido con la venta de un inmueble) y los ingresos obtenidos por cuenta propia como autónomo o empresario.

En el caso de cobrar una cantidad menor a 22.000€ brutos anuales de un solo pagador no será necesario abonar este impuesto. La cosa cambia si hubiese dos o más pagadores, pues entonces la cifra máxima bajaría a 11.200€ brutos anuales, a partir de la cual sí se aplicaría el IRPF (siempre y cuando los segundos pagadores o la suma de ellos alcanzasen los 1.500€ brutos anuales).

¿Todos pagamos lo mismo?

El IRPF no afecta igual a todos los individuos, sino que dependerá de la cantidad de ingresos. La mayor parte de los impuestos tributan en la llamada renta general, en ella, el porcentaje a pagar será diferente dependiendo de la cantidad de ingresos de cada individuo, con carácter progresivo. Así, cuanta mayor renta, mayor porcentaje de impuesto, independientemente del tipo de actividad empresarial.

En el caso de ser una actividad profesional, como se trabaja con otras empresas se aplicará un porcentaje del IRPF a descontar de las facturas. Por otro lado, existe la llamada renta del ahorro. Esta tributa a un porcentaje menor y se aplica a aquellos beneficios obtenidos por ahorros. Además, se incluyen en este tipo de renta las ganancias en bienes patrimoniales.

Si la situación particular es la de nuevo autónomo (que incluye los primeros tres años de emprendimiento) el porcentaje a pagar del IRPF será tan solo del 7%. En el caso de que el emprendedor cuente con una experiencia de más de tres años ese porcentaje aumentaría hasta el 15%, siempre y cuando llegase a una renta mínima de 15.000€ anuales.

Estos valores del IRPF pueden variar dependiendo de la Comunidad Autónoma en la que se apliquen, existiendo un tratamiento especial en las rentas obtenidas en Ceuta y Melilla.

¿Qué pasa con ese dinero que pagamos mensualmente?

Realmente a final de mes tú estás cobrando el total de tu salario, pero ese porcentaje que se lleva el IRPF lo guarda otra entidad, la cual lo gestiona por ti.

Al finalizar el año, llegado enero, se realiza el cierre de actividad y entre los meses de abril y junio es cuando se efectúa la declaración de la renta. En ella se coloca toda la información referente al conjunto de cada ejercicio determinado y se elabora primeramente un borrador y después un documento final. La declaración de la renta sirve para saber si durante ese año natural la persona ha retenido una cantidad menor o mayor de la que le corresponde pagar. En el primer caso se le abonará la cantidad correspondiente y, en el segundo, surge el derecho a que Hacienda le devuelva el exceso.

El IRPF intenta ser justo y adaptarse a la situación personal de cada individuo, existiendo desgravaciones en el caso de tener hijos, pertenecer a la tercera edad, tener alguna discapacidad, etc.

¿En qué te puede ayudar acudir a profesionales? El contar con la ayuda de expertos en materia fiscal te permitirá realizar estas operaciones de la forma más correcta y precisa posible, aportándote confianza y seguridad y ayudándote a gestionar tus ganancias y proteger tus ahorros de la mejor manera.

En Sigma Consultoría nos encargamos de todo el trámite de principio a fin. Deja tu actividad fiscal en manos de especialistas y despreocúpate de todo este tipo de trámites administrativos.