Cerrar una empresa es una decisión personal muy importante que conlleva esfuerzo y dedicación. Por desgracia, esta es la única salida para muchas pymes en la situación que estamos viviendo, provocada por el covid19. La crisis actual ha obligado a muchos empresarios a tener que tomar esta decisión de manera forzosa, siendo la única opción posible para su negocio. Por esta razón, existen una serie de herramientas legales para ayudar a todos aquellos autónomos y pequeñas y medianas empresas que se encuentran en esta situación.

Una de estas soluciones es el famoso concurso de acreedores, que no es más que el proceso judicial orientado a zanjar las responsabilidades de las empresas para con sus acreedores, solucionando así problemas de liquidez e intentando sacar a flote la empresa. Sin embargo, este proceso consta de tantas y diversas fases que sus trámites pueden llegar a extenderse durante años.

El concurso de acreedores express nace en el año 2015 con la introducción del artículo 176 bis, 470 en la Ley Concursal 22/2003 ante la realidad de que muchas de las empresas que se acogían a concurso de acreedores no tenían una masa activa suficiente, no ya para pagar a sus acreedores, sino para sufragar los gastos del propio procedimiento. Es, por decirlo de alguna manera, un atajo al concurso de acreedores normal y de gran utilidad para pymes y autónomos, pues permite el cierre de la empresa de manera rápida y eficaz.

La Ley Concursal obliga al empresario a solicitar la declaración de concurso en los dos meses siguientes a la fecha en que se tiene conocimiento, o se debería haber tenido, del estado de insolvencia, aunque se ha ampliado el plazo de manera extraordinaria por la situación del covid19, consúltanos si tienes dudas. 

Pero, ¿qué requisitos debemos cumplir para acogernos al concurso express?

Principalmente carecer de activos suficientes o con un valor que no alcance para el cumplimiento de las obligaciones; además, aceptar el cese inmediato de las actividades empresariales y no retomarlas y, preferiblemente, no tener trabajadores con contrato en vigor.  Además, es imprescindible que no se detecten irregularidades, por parte del Juez que realiza el concurso, que puedan acabar acarreándonos responsabilidades.

Las principales ventajas que tiene el concurso de acreedores express frente al concurso ordinario son las siguientes:

  • El concurso de acreedores ordinario es un proceso largo y costoso. Puede ser una buena solución para grandes empresas que tienen una masa activa suficiente como para hacer frente a los gastos del concurso, así como de pagar a los acreedores conforme exige la Ley. Por otro lado, el concurso de acreedores express abarata los costes del proceso y ahorra una gran cantidad de tiempo, pues permite que se concluya el concurso en el auto de apertura del mismo, permitiendo la disolución de la sociedad de forma inmediata.
  • Al acogernos al concurso de acreedores express evitamos el nombramiento de un administrador concursal; que analiza si la empresa puede ser conservada, se encarga de satisfacer a los acreedores y dictamina si el concurso es fortuito o culpable.
  • Evitamos la fase de calificación del concurso y con ello la responsabilidad derivada de la situación de insolvencia de la empresa.
  • La conclusión del concurso será publicada en el BOE, en el Registro Público Concursal y en el tablón de anuncios del juzgado, además de la expedición de mandamiento al Registro Mercantil correspondiente.
  • El concurso de acreedores express nos permite, además, no ser estigmatizados de cara al futuro, facilitándonos así la vuelta a la actividad empresarial cuando nos sintamos preparados para ello.
  • Además, recientemente ha habido casos en los que se ha dictaminado que las obligaciones del avalista terminan cuando acaban las del deudor, sentando un posible precedente para el futuro.

En definitiva, la pandemia que estamos sufriendo y las consecuencias derivadas de ella han azotado duramente el tejido empresarial de nuestro país, obligando al cierre de las empresas y negocios más vulnerables. Está en nuestra mano el poder sortear esta situación de la mejor manera posible, evitando gastos innecesarios y procesos que se alarguen en exceso en el tiempo.

El conocimiento de la Ley y el buen uso de las herramientas que tenemos a nuestra disposición se antojan indispensables para los tiempos que vivimos, siendo el concurso de acreedores express un buen ejemplo de ello.